¡Bienvenidos!
Búscanos esta semana en Tulancingo, Puebla, México, San Luis Potosí, León y Guadalajara.
30 de julio – 5 de agosto del 2018
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Martes 31 de julio,
Después de dos (para algunos tres) días de viaje llegamos con gran anticipación al destino de nuestra primera junta de la calle de este recorrido. Al fin pudimos comenzar con nuestra tarea. Compartimos las buenas nuevas de salvación con las personas de Puebla. Los hermanos cantaron con gran ánimo. Muchos nos escucharon con mucha atención y varias personas fueron muy tocadas al hablar con los hermanos. En la tarde partimos de Puebla para llegar temprano a México donde pasaremos un día maravilloso mañana. Esperamos que la semilla que fue sembrada en Puebla lleve fruto de valor eterno en las almas que oyeron la verdad.
Miércoles, 1 de agosto
Con gran anticipación, nos preparamos por la mañana para pasar el día en la Ciudad de México. Como nuestro hotel estaba más cerca de las afueras de la ciudad, tomamos el metro hasta el centro. Ir con el metro siempre es uno de los mejores momentos porque puede ser muy aventurero. Después de un viaje de cerca a una hora, llegamos al centro de la ciudad de México. Tuvimos reuniones en una calle que estaba muy llena de gente. Muchas personas se detuvieron a escuchar el mensaje de esperanza que se predicaba cantando y testificando. Después del almuerzo, tomamos un camión turístico por la Ciudad de México. La ciudad de México es realmente una ciudad hermosa. Por la noche tuvimos otra maravillosa reunión en la calle en el zócalo justo al lado de la catedral. Con nuestro nuevo sistema de sonido pudimos proclamar en voz alta las maravillosas noticias de la verdadera salvación. Muchos se detuvieron para escuchar y hablar con los santos. Al final de la tarde, todos regresamos a nuestro hotel sabiendo que se había logrado mucho bien. Oremos por la semilla que se ha sembrado hoy, que dé mucho fruto.
Jueves, 2 de agosto
Salimos a las 11:00am del hotel en CDMX. No podíamos salir antes porque no teníamos el permiso de circular.
Fuimos a San Luis Potosí, un viaje de 4 horas. Teníamos dos servicios en la calle con mucha gente escuchando y pasando a tomar folletos. Dios nos ayudó y teníamos un tiempo bueno en el Señor. Los santos testificaron con libertad de la gloriosa salvación. Hna. Zaira testificó de su libertad del mundo y del pecado y expresaba su agradecimiento por la Iglesia de Dios. Los oyentes estaban conmovidos de ver que una niña joven puede gozarse en Dios
Después de la primera junta, se acercó un reportero y entrevistó a Hno Isaac. Preguntó varias preguntas acerca de nuestro propósito de venir a San Luis Potosí y tomó un video de nosotros. Hicimos varios contactos y esperamos volver pronto a esta ciudad tan necesitada de el evangelio.
Sàbado, 4 de agosto
Durante el día cada quien estaba libre de hacer lo que quería. Algunos fueron al zoológico, otros a visitar a unos hermanos que hace poco fueron salvos y unas hermanas fueron a visitar a unos familiares. En la noche tuvimos un servicio glorioso, ¡¡¡gracias a Dios!!! Se sentía de manera maravillosa la presencia de Dios entre nosotros mientras los santos cantaban himno tras himno, testificando, alabando y glorificando a Dios. Hno. Isaac amonestó a los santos como a los pecadores de creer en la creación de Dios y no ser incrédulos. Más o menos 28 personas visitaron el servicio esta noche. Fue maravilloso ver los rostros resplandecientes de los que fueron salvos recientemente. ¡¡Gracias a Dios por un día maravilloso en Guadalajara!
Domingo, 5 de agosto
Éste es el último día de nuestro recorrido. Tuvimos un servicio más por la mañana. Todos esperábamos ansiosamente para ver qué haría el Señor. Tuvimos un excelente servicio de canciones. Muchas canciones fueron cantadas de salvación y la alegría del Señor. Santos y visitantes disfrutaron muchísimo el tiempo. Hermano Isaac predicó un maravilloso mensaje sobre “Opresión”. Nos mostró cómo las personas han sido oprimidas a lo largo de toda la historia.
Eclesiastés 4:1 Así que volví, y consideré todas las opresiones que se hacen debajo del sol: y he aquí las lágrimas de los oprimidos, y no tenían consolador; y del lado de sus opresores había poder; pero no tenían consolador.
Dios ha visto las lágrimas de todos los que han sido oprimidos a través de los años, su clamor ha subido al cielo y Dios hará algo al respecto. Dios ha enviado consoladores, verdaderos ministros que pueden consolar y sanar tus heridas. Después del mensaje, cantamos, “Cristo rompe las cadenas”.
Es maravilloso ser libres de todas las cadenas que nos ataban.
Tuvimos numerosos visitantes que, impresionados por el mensaje, comenzaron a contarnos detalles de la opresión bajo la que se encontraban. Un hombre le dijo a Hermano Isaac, tú predicaste cosas que en realidad nos están sucediendo, no solo algo místico que no entendemos. Hicimos algunos buenos contacto y oramos que lleven mucho fruto.
Así que esto concluye nuestro viaje a través de los diferentes estados. Creemos que se ha logrado mucho bien. Miles de personas vieron a los santos y muchos de ellos vinieron a nosotros con preguntas. México está gimiendo para liberarse de sus opresores, y nuestra visión lo lleva a que pronto miles de ellos salgan brincando y gritando a casa a Zion, regocijándose con la libertad.