¿Pecan Los Cristianos?

Deja que las Escrituras contesten.

Jesucristo es un Salvador poderoso y su evangelio es glorioso y poderoso. Un alma verdaderamente arrepentida va encontrar en la salvación no sólamente perdón, sino también liberación de todo pecado.¡ Sí, un cristiano sí vive sin cometer pecado!

Tristemente, casi todo de lo que hoy en día se hace pasar como evangelio, en absoluto no es el evangelio. Mantiene a la gente en sus pecados y ellos esperan no poder llegar a ser librados de ellos hasta después de la muerte. Esto es “otro evangelio” y “otro Jesús” y es ajeno a la salvación bíblica. Cualquier persona que enseña que uno puede pecar y todavía ser un cristiano no es de Dios. Estos tienen una apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella. ¡A éstos evita!

Amados, examinen sus experiencias en la luz de las escrituras respecto a ese tema tan importante. Tu destino eternal depende de esto.

“El que practica el pecado es del diablo…Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado…En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo.” 1. Jn. 3:8-10

1. El propósito de la venida de Jesús era de salvar a su pueblo de todos sus pecados.

Mt. 1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESUS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.

Lk. 1:68-75 Bendito el Señor Diós de Israel, que ha visitado y redimido su pueblo… que, librados de nuestros enemigos, sin temor le serviríamos en santidad y en justicia delante de él, todos nuestros días.

Tit. 2:14 Quien se dió a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.

1. Jn. 3:8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

2. A los que Jesús salvó de sus pecados no necesitan continuar pecando y arrepintiéndose.

Lk. 15:7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Jn. 5:14 Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor.

Ro. 6:1-2 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera.

3. Un Hijo de Dios puede vencer las tentaciones.

1. Co. 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.

2. P. 2:9 Sabe el Señor librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio.

4. Después de haber sido limpiado por medio de la sangre de Jesús, es posible de mantenerse limpio.

Ro. 6:6-7 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto ha sido justificado del pecado.

Gá.. 5: 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

Col. 1: 22 En su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él.

Stg. 1:27 La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo.

1. Jn. 5:18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda (se guarda a sí mismo ) y el maligno no le toca.

Jud. 24 Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría.

5. La gracia no cubre el pecado, pero nos da poder para vencer el pecado.

Ro. 6:1-2 ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

Ro. 6: 15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.

Tit. 2: 11-12 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.

Jud. 4 Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Señor Jesucristo

6. El que peca no es siervo de Dios, sino siervo del pecado.

Jn. 8: 34, 36 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.

Ro. 6: 16-22 ¿No sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? Pero gracias a Dios… libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia…que así como para iniquidad presentasteis vuestros miembros para servir a la inmundicia y a la iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia… Porque el fin de ellas es muerte. Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna.

7. Los que pecan están muertos espiritualmente.

Ro. 6: 13 Sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos.

Ro. 7:5 Porque mientras estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas que eran por la ley obraban en nuestros miembros llevando fruto para muerte.

Ro. 8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte.

Ef. 2:1 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados.

Col.2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él perdonándoos todos los pecados.

1 Ti. 5:6 Pero la que se entrega a los placeres, viviendo está muerta.

8. Cristianos verdaderos están muertos al pecado.

Ro. 6:2 Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en el?

Ro. 6:6-7 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.

Ro. 6:11 Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Gá. 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

9. La ira de Dios está sobre los que pecan.

Ro. 1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad.

Ro. 2: 8-9 Pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia; tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego.

Col. 3:5-6 Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia.

Ef. 2:2-3 En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

He. 10:26-27 Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados, sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.

10. Los que profesan de ser salvos, pero no viven santo, van estar muy sorprendidos en el día del juicio.

Mt. 7:22-23 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.

11. Los que pecan no tienen parte en el reino de Dios.

Ro. 14:17 porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.

1. Co. 6:9 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios?

Gá. 5:21 Envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Ef. 5:5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios.

12. Los que regresan a pecar, pierden su salvación.

Ez. 33:12-13 Y tú, hijo de hombre, dí a los hijos de tu pueblo: La justicia del justo no lo librará el día que se rebelare; y la impiedad del impío no le será estorbo el día que se volviere de su impiedad; y el justo no podrá vivir por su justicia el día que pecare. Cuando yo dijiere al justo: De cierto vivirás, y él confiado en su justicia hiciere iniquidad, todas sus justicias no serán recordadas, sino que morirá por su iniquidad que hizo.

Gá. 2:17-18 Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago.

2. P. 2:20-22 Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero…El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.

13. Los que pecan no pueden ver ni conocer a Dios.

Mt. 5:8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

He. 12:14 Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.

1. Jn. 1:6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad.

1. Jn. 2:4 El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él.

1. Jn. 3:6 Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido.

3. Jn. 11 Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios.

14. Cristianos no deben de tener compañerismo con los que profesan la salvacion pero continuan en pecado

1. Co. 5:11 Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.

2. Ts. 3:6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.

Ef. 5:11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas.

1. Ti. 5:20 A los que persisten en pecar, repréndelos delante de todos, para que los demás también teman.

2. Ti. 3: 2-5 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios…impíos…amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

2. Jn. 9-10 Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios…Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina no lo recibáis en casa, ni le digáis ¡Bienvenido!

15. Los cristianos deben andar conforme al Espíritu y no conforme a los deseos carnales.

Ro. 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

Ro. 8:13 Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

Gá. 5:16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.

Gá. 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.

1. P. 2:11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma.

2. P. 1:4 Habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia .

16. Los cristianos se mantienen sin manchas.

2. Co. 7:1 Así, que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.

1. Ts. 5:22 Absteneos de toda especie de mal.

2. P. 3:11 Puesto que todas estas cosas han de ser desechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir.

2. P. 3:14 Procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz.

1. Jn. 3:3 Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro.

1. Jn. 5:18 Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, (se guarda a sí mismo) y el maligno no le toca.

17. El que practica el pecado es del diablo.

Jn 8:41-44 Vosotros hacéis las obras de vuestro padre…Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer.

Ef. 2:2 En los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia.

1. Jn. 3:8 El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio.

1. Jn. 3:10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.

18. Los cristianos siguen el ejemplo de Cristo.

1. P. 1:15-16 Sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.

1. P. 2:21-22 Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca.

1. Jn. 2:6 El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.

19. Una vida santa no produce frutos pecaminosos.

Mt. 7:17-18 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.

Lc. 6:43 No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.

20. Cristianos tienen una conciencia sin mancha.

Hch. 23:1 Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.

Hch. 24:16 Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.

1. Ti. 1:5 Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de buena conciencia y de fe no fingida.

21. No cuenta lo que uno profesa, sino lo que uno vive.

Ma. 7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis.

Lu. 6:46 ¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?

2. Ti. 3:5 Que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.

Ti. 1:16 Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.

22. Los que pecan, no entrarán en el cielo.

Jn. 8:21 Otra vez les dijo Jesús: Yo me voy, y me buscaréis, pero en vuestro pecado moriréis, a donde yo voy, vosotros no podéis venir.

Ap. 21:27 No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

23. El cristiano es una criatura nueva, las cosas viejas pecaminosas pasaron.

Ez. 36:26-27 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.

2. Co. 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

24. La salvación trae un corazón perfecto, lo cual era imposible alcanzar en el Antiguo Testamento.

He. 7:19 (Pues nada perfeccionó la ley), y de la introducción de una mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios.

He. 10:14 Porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados.

25. Los que aman a Dios guardan sus mandamientos.

Jn. 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.

Jn. 14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama.

1. Jn. 2: 3-4 Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él.

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